A CARLOS
Los siguientes versos fueron depositados de forma anónima en la capilla ardiente de Carlos, MINERU y PAISANO (escrito con mayúsculas). Recordar que pocos días antes de su fallecimiento, un "argayu" producido por una escombrera de una mina a cielo abierto, estuvo a punto de arrastrar a su querido pueblo de Cienfuegos.
A CARLOS, IN MEMORIAM
Una lengua de tierra quiso arrancar tu quintana, un costeru entró a buscarte dentro de sus entrañas, ¿Qué te debemos Tierra, que tanta rabia nos guardas?
¿Por qué negro es el carbón? ¿Por qué de luto nos manchas?
¡Bendito carbón que nos das la vida! ¡Maldito carbón que nos la arrancas!
Otra vida, otro hombre,... otra lámpara se apaga.
Tierra mía, ¡Qué caro nos cobras lo poco que se te arranca!
martes, 05 de agosto de 2008 a las 23:39
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Vaqueiros quirosanos, "Eloy el de Cienfuegos".
Los Puertos de Agüeria, constituyen uno de los paisajes más hermosos del mundo; sus montañas Peña Rueda, Los Fontanes, la Cigachxa con los huertos del Diablo, casi inacesibles, y las majadas vaqueiras de Cortes, Ricabo,Cienfuegos y del resto de pueblos que acudían a este puerto con los ganados una gran parte del año. La mayor parte de las historias de estos vaqueiros las desconocemos, pero aun perviven algunas, quisiera hoy recordar a un hombre de Cienfuegos, se llamaba Eloy, era ciego de nacimiento, desde muy niño conocía a la perfección todos los caminos y sendas del entorno del pueblo de Cienfuegos, pero hasta el puerto de Agüeria distan tres y media largas horas de buen caminar. Este hombre sin ver absolutamnete nada, con madreñas, en días y noches de lluvia, viento y nieve, cubría muy frecuentemente esta distancia en la mayor de las tinieblas, a veces la niebla que inundaba aquel paisaje, era tan intensa que cualquiera podía perderse, de hecho un niño se había perdido un día de estos, y en medio de la desesperación sin saber ya que dirección tomar, después de caminar horas en sentido contrario, se encontró con el ciego Eloy, que con una intensa risa sarcástica, lo apercibió de su dirección equivocada, conduciéndolo hasta el pueblo. Una vez llegaba a las camperas del puerto, distinguía perfectamente el sonido de las "chuecas" de sus vacas que eran unas cuarenta, conociéndolas a todas, una vez comprobaba su estado y ya llegada la noche, descansaba metido en un saco en medio de los animales. Este hombre al que conocí siendo yo niño, dedicó la última parte su vida a la venta del cupón en Oviedo. Cuando sintió que la muerte se acercaba, al principio de la década de los setenta, regresó al pueblo, pero ya la nueva carretera había destrozado sus caminos de la infancia. Con gran dificultad, consiguió encontrarlos hasta llegar a su antigüo cuarto, donde había pasado los mejores años de su vida, para morir en la más absoluta soledad. Sirvan estas líneas como un sencillo homenaje a Eloy y a tantos otros vaqueiros de los entornos del Puerto de Agüeria que a lo largo de la historia formaron parte importante de nuestro pasado y raices vaqueiras, esas raices a las que cantó y dió vida con su gaita el gran músico, artista quirosano, el gran Manolo Quirós de Ricabo, al que siempre tendremos en el recuerdo.
sábado, 26 de julio de 2008 a las 0:27
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Alonso Alvarez de la Barrera, vecino de Cienfuegos, participó en el bautizo de San Melchor
Cienfuegos, al igual que todos los pueblos que forman el concejo de Quirós, tiene sus leyendas y su historia como todos los otros pueblos, pero estas se van perdiendo en el olvido, porque sus protagonistas fueron quedando en el camino con el paso del tiempo, y apenas quedan personas que recuerden o puedan revivir ese pasado. Se conservan documentos de algunos actos trascendentes como fue el bautizo de San Melchor en su iglesia parroquial,(allí se encuentra la pila bautismal de piedra), el día 29 de Abril de 1821, entre los que participaron en este acontecimiento, además del p.Fray Clemente Rodriguez Monge, de los padrinos D.Diego García Sampedro Cura de Tuiza, tio del bautizado y Teresa Suárez, vecina de Cortes y tía del bautizado, asistió como procurador del padrino, Alonso Alvarez de la Barrera vecino de Cienfuegos. Ninguno de los participantes en aquel acto, podía imaginarse que aquel niño, nacido el día anterior al bautizo, llegaría a ser tan popular, nada menos que un Santo.
martes, 15 de julio de 2008 a las 0:43
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Alguien, todavía se acuerda de Cienfuegos y sus gentes.
Gracias por recordar a Carlos Alvarez, gran trabajador y vecino de ese pueblo de Cienfugos,nuestro pueblin del alma. Aunque no vivamos alli, el recuerdo de los grandes hombres como era Carlitos, prevalece siempre con honda nostalgia de una epoca pasada, desde los primeros años en la escuela, los breves encuentros con él ya convertido en minero profesional. También animamos a su madre y familia a los que siempre recordaremos con cariño.
jueves, 03 de julio de 2008 a las 23:39
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