Que rápido se ha pasado el tiempo
Hace unos días estuve en el pueblo pasando unos días, siempre que vuelvo allí, vuelvo a ser yo misma, no importa lo que viaje, donde vaya, o las experiencias que haya tenido, regreso a mi casa de la infancia, a las calles silenciosas, a encontrarme con la gente, y vuelvo a ser la que era, aunque salí de allí hace ya más de treinta años. Pero os cuento que fui al cementerio, pues aunque faltan mis padres, yo en el pueblo es donde más cerca de ellos me encuentro, y me di un recorrido, me resulto entrañable, quizás no lo comprendáis, pero ví que toda mi vida, toda la gente que tengo en mi retina, con la que yo fui creciendo, cada familia, cada casa, conservo el olor, el frío del invierno, las siestas del verano, las manos de esas mujeres trabajadas, el tono de su voces, las conversaciones con mi madre, las limpiezas, las matanzas, las mañanas de recreo, las charlas de brasero, toda esa gente estaba allí, ya había muerto, aunque yo la mantenga viva en mi memoria, y ví que todo va pasando muy deprisa...
Me gustaría solo deciros que como todos somos parte de este pueblo, me agrada
que hayáis puesto esta página, y ojalá muchos escribáis en ella. Yo llevo este pueblo dentro de mi ser, soy lo que soy gracias a lo que en él viví, y me siento orgullosa hasta de leer su nombre, aunque ya no conozco a toda la gente joven de ahora, imagino que para ellos será lo mismo el día de mañana.
Bueno, pues en recuerdo de todos los que ya no están a nuestro lado, que no quiere
decir que no dentro de nosotros, y que aunque fue triste visitar el cementerio,
mientras tengamos en nuestros corazones esa parte de nuestra infancia, ni morirán nuestros pueblos, ni el legado de todas sus buenas gentes...
domingo, 12 de septiembre de 2010 a las 21:30
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