SUBIRE A ESCANLAR
Cuando llegue a Bustarel pienso pasar a Escanlar, tambien me recibirán con agrado, no como otros.
viernes, 05 de noviembre de 2010 a las 20:11
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ANCESTROS
Juan dime de que casa es tu padre , si sabes el nombre , yo las conozco todas , asta la de Esperanza, y tengo ganas de saber deque casa son mis antepasados , aúnque partieron de Escanlar hace ciento cincuenta años , supongo que seas de Santos o de Lomban , pero tu me diras. Que pueblo tan grande, cuanta historia encierra.
lunes, 19 de julio de 2010 a las 20:16
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EN QUE ESTARAS PENSANDO???
Escanlar ta de p... madre ,pero si houbeses lombiao mahoyos como eo pa eira y lougo tirar del pertigo tres ou cuatro dias , comendo pan y toucin y nun vevendo mas que augua da fontaoa ibas a falar de outra manera, porque nun sei si lo sabes, pero en Escanlar pasa el sol a noite y era cuando se paraba de trabayar y mira que por el brao os dias son largos, tamen che podo decir que en Escanlar nunca vin as nogales que tu dices , y os castañeiros fueron cortaos pa madera a principios dos años setenta, asi que gustariame ver lo que viche tu. Un saludo a toda axente de Escanlar y viva Flora .
jueves, 15 de julio de 2010 a las 23:44
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UN SILENCIO INOLVIDABLE
 Hace unos dias mi pareja tuvo el bonito detalle de invitarme a pasar unos dias en una casa rural, en la alta montaña lucense. Fué el obsequio más acertado en toda nuestra relación. No conociamos el camino y desde La Regla, cerca de Cangas de Narcea, en Lugo, hasta que llegamos a ESCANLAR, el paisaje me pareció un regalo para mis ojos. Los centenarios castaños y los ancianos nogales parecÍan saludarnos al paso.
Alguien nos había hablado de este recóndito lugar como un sitio casi paradisiaco y, he de reconocer que es el lugar que más se acerca a lo que pensaba de un lugar tranquilo donde poder disfrutar plenamente de la verdadera naturaleza.
La anfitriona y dueña del negocio nos recibió como si fueramos ya conocidos y después de una expléndida comida, nos habló de los planes y actividades que podiamos realizar.
Paseamos por los alrrededores hasta llegar a una cascada donde no pudimos por menos que aceptar la tentación de darnos un refrescante baño.
A la mañana siguiente, me desperté con la sensación de haber dormido como nunca. Desde la ventana del cuarto ví como la niebla formaba nubes por debajo de mis ojos. Cuando ésta empezó a disiparse, el paisaje estaba lleno de ocres y en el fondo, abajo, el pantano parecía un rio que corriera incansable en medio de la nada.
En los pocos dias de estancia conocimos las inmediaciones de la casa y también los pueblos cercanos. Conocimos a gente que nos pareció amable y entrañable y conocimos la tranquilidad y el relax de la montaña.
He de destacar el trato recibido por parte de Flor, a la que ya consideramos amiga para siempre. Estuvo pendiente en todo momento de nuestras necesidades y su simpatía y encanto impidieron que nos aburrieramos ni un ápice. En las noches, mientras las lenguas de fuego bailaban en la chimenea, las tertulias se alargaban sin que nos dieramos cuenta del paso del tiempo.
Sólo hubo algo que echamos de menos: el ruido...
Recomiendo este viaje a culquiera que entienda lo que escribo. Y si después de leer esto estás interesado en comprobar lo que te cuento, el tfno de Flor es: 608973974
miércoles, 20 de febrero de 2008 a las 22:45
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