¡No somos siervos de nadie!"
"¡No somos siervos de nadie!", suena la voz del que clama en el desierto.
- "Durão, ¿qué ha sido eso?"
- Un musquito africano, Merkelinda.
- ¿Es peligroso?
- Puode transmitir la melaria.
- ¡¡Que fumiguen-machaquen-quemen!!
jueves, 03 de julio de 2014 a las 9:31
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Letra del tesoro
 Ser solidario consiste en llamarse Darío a secas, sin apellidos, sin motes, sin pelo en los sobacos porque renunciaste a é para que un calvo pueda tener unos rizos en el tupé. ¡Fíjate qué alegre va, orgulloso de su mata en la frente, que no mata, aunque de vez en cuando tenga que rociarlo con desodorante para que la gente no lo mire de reojo, que parece la Cantaora después de un "repasito de hacienda" por sus cuentas "andantes", que han dejado de ser corrientes por los palos recibidos! En esto yo no me mojo, que corre más un ciego que un cojo.
Ayer se me ocurrió hacer un viajecito por la fauna intestinal del animalillo en plan de solidaridad y me encontré con un bichejo solitario que no tenía nada de solidario. Una sola letra lo convertía en egoísta, tragón, cómelo-todo. El pobre caballo que lo mantenía estaba más flaco que Rocinante después de la cuaresma, o sea, tenía la solitaria, tenía la tenia. A decir verdad no estaba flaco porque tenía la tenia sino porque no comía. Por eso la tenia era casi invisible, como todos esos hambrientos que pululan por las calles casi como zombis y que subsisten porque gentes solidarias se encargan de que no sean tan solitarias. ¡Y que tengamos que decir que la tierra es el supermercado del Sistema Solar.. mientras la mayoría de sus habitantes pasan escasez por el acaparamiento de riquezas de unos pocos malandrines! Todas las mañanas se ven venir de las alturas infinidad de naves exteriores que bajan a recoger sus raciones en los supermercados terrenales. Vienen de la Luna, de Marte, de Encelado, de Europa... Sobre todo vienen de Europa y se van con sus carromatos bien repletos de comida. ¡No me extraña que, llevándose tanto los de Europa, los demás terrestres se queden con las sobras!
Si se resume la cosa, llegaríamos a la conclusión definitiva: "con más solidarios en el "almacén" habría menos "solitarios" bajo los puentes. ¡Total es cuestión de una letra!
miércoles, 02 de julio de 2014 a las 8:15
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Tonterías espaciales de ayer y hoy presentan:
Se sabe que el universo es una bomba de relojería. ¡Se sabe, se sabe, se sabe!!! Pero son tantas las mentiras que nos dicen sobre lo que van descubriendo del universo, que dentro de poco nos daremos cuenta de que la Tierra, el planeta, es una balsa de aceite. Es cierto que ese aceite ya está quemado de tanto freírnos en él; pero es nuestro aceite. ¿Y los marcianitos..? Son tantos los avistamientos de cosas flotando en el espacio que se diría que estamos más ciegos que los de la Once si no hemos visto, por lo menos una vez en nuestra vida, un globito colgado en la Red que parece la nave de ET. Y de las fotos naseras de la Luna, Marte y otros lugares idílicos cercanos no hay nada que decir, porque son más falsas que las imitaciones chinas. Y hablando de chinos, si es cierto y verdad que el Conejito de Jade fue a donde fue... ¿por qué no sabemos nada nuevo que demuestre que los yanquis jamás estuvieron on the Moon, me refiero físicamente, claro? Ayer precisamente, hablando con Gustavo Adolfo, conocido por Bécquer, me comentaba que últimamente hay pocos lunáticos en su barrio peregrinando por el Olympus, sobre todo desde que la benemérita puso en funcionamiento el Pegassus para cazar espíritus traviesos que se atraviesan en las calzadas cometiendo travesuras que engordan las arcas montoriles... Habrá que recuperar a las Descalzas para poder viajar por los cielos sin necesidad de combustible: con la Fe se mueven montañas... y también naves.
Ahí queda eso. Es una tontería; pero menos da una piedra.
viernes, 27 de junio de 2014 a las 20:23
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Barxerías de ayer y hoy
El ajo no tiene nada que ver con el ojo. Mientras esté cada cual por su banda, la cosa se mantiene dentro del orden natural del batiburrillo chocolatero. Sin embargo intenta meterte un ajo en el ojo. Yo lo intenté cuarenta veces y cuarenta veces y media no pude. ¡Es de idiotas meterse un ajo en el ojo y reconozco que a ratos puedo ser del gremio! Y si no eres capaz de meterte un ajo en el ojo, ¿cómo es posible ver una paja en el ojo ajeno mientras tú mismo llevas clavada una viga en el tuyo? El Nazareno aquel de hace siglos no estaba muy al corriente de lo que pasa cuando uno intenta meterse un ajo en el ojo. Claro que allá, de donde él venía, seguramente no hay ajos ni pajas ni vigas y eso de meterse algo en el ojo lo aprendió en sus discusiones con los viejos del templo como si fuera un antiguo refrán babilónico. ¡¡Mira tú la que se ha liado en Irak desde que los Iluminados del otro lado del atlántico ayudaron a asesinar a Sadán, que, por lo menos, mantenía el rebaño controlado aunque fuese con gases lacrimógenos! Eso de llorar un poco a veces es bueno, que limpia la vista y aclara las ideas. Podían probar, en caso de crisis como la actual, metiéndoles el ajo en el ojo a todos los descontentos con lo que hay; pero me da que por aquellas tierras no se dan muy bien los ajetes y en su ausencia les meten misiles. Si te digo la verdad, yo prefiero los ajos, que te hacen llorar un poco, pero te dejan la niña entera con su cristalino, su iris y demás palillos que se reflejan en la córnea.
Como podéis ver el ajo no es sólo un excelente condimento, sino que excita el lacrimal del ojo para su limpieza. ¡Y no estoy hablando del ojo del culo, como pueden creer algunos aficionados a las meteduras de pata..!
jueves, 26 de junio de 2014 a las 19:08
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¡Vaiche boa:
¡Vaiche boa:
onte quixen ir á festa
e topei coa miña avoa!
Miña avoa ten un gato
que non sabe de cociña,
pero sinte cando a vella
vai á tenda por sardiñas.
Ten cen anos miña avoa
e xa tivo trinta e cinco.
O que nunca tivo a vella
foi un pouco de sentido.
Bebe as papas cunha palla
porque a pobre non ten dentes;
se lle dás un bo chourizo
pasa inteiro, coma sempre.
Cando durme a miña vella
durme co cú cara o norte
fai o mesmo que os porquiños
que ten debaixo, na corte.
martes, 24 de junio de 2014 a las 20:59
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