Adios a Carlitos de Anxelo
El pasao día 6 fie el entierro del meo primo Carlitos (Carlos Fernándes Queipo). Carlitos, aunque descendiete da casa de Anxelo de Coba, naceo y vivio en Samartín hasta ben entrada a mocedá, cuando toda a família marchou, seguindo a corriente migratoria da época, pa más cerca da cuida, a finales dos años setenta. Eo apenas me acordo d'él en Samartín, era eo un neno muy pequeno cuando marchou, aunque sí lo teño visto incluso en Coba. Más tarde vinlo xa sendo os dous, (eo y'él) ciudadanos en terra extraña, y xa más vellos.
Pos, como iba decindo, Carlitos foisenos despós de luitar contra úa larga y difícil enfermedá, a os sesenta y siete años, cuando podía tar chen de vida y disfrutando da súa jubilación. Desde aiquí quixera rendirlle el meo pequeno hamenaje, y'enviarlles un saludo a todos os sous familiarea, que, al cabo y'al fin tamen son os meos.
lunes, 11 de julio de 2011 a las 9:29
|
|
Isabel
Una vez más entro en esta página con tristeza.
Isabel... nos dejaste tú también... Envidio tu despedida casi sin darte cuenta, pero eras muy joven para marcharte y dejar San Martín para siempre.
Espero que estés de cháchara con mi padre, con Rogelio, con Antón y con mis abuelos. Si estáis jugando a las cartas seguramente será a la brisca y, como siempre, te digo que tengas cuidado con mi abuela, que a la brisca es difícil ganarla e, incluso, si te despistas, igual te hace alguna trampa...
Hace muchos años que te conocí, te acababas de casar con Benino y después pasé grandes momentos contigo, riéndome a veces sin entender bien lo que decías, porque hablabas la fala como nadie (de rápido).
Qué pena tan grande, Sabela, ya no estarás delante de casa cuando pasemos por Samartín...
Pienso en los veranos de cuando éramos pequeños y los pocos que quedamos de entonces, mi madre, mi hermana y yo... Todos nos fuisteis dejando poco a poco.
Qué será de Casa Rogelio (e Isabel)... Quién venderá la miel del país ahora en Samartín... Cuántos catarros curados con esa miel de brezo que Rogelio nos daba todos los veranos.
Allá dónde estés, Sabela del alma, te mando un beso muy fuerte con la espontaneidad que a ti te saldría. Abraza a Rogelio de mi parte y dile que también me acuerdo mucho de él, que para mí siempre será un filósofo de la vida. Como él decía, "Si el tú mal tién remedio, ¿pa qué te preocupas? Y, si no lo tién, pa qué te preocupas?". Vuestros males ya no tienen remedio, sólo espero que estéis en un lugar mejor y que allí seáis felices y disfrutéis de una vida larga y tranquila.
Con todo mi cariño,
Icíar Valledor (nieta de Amparo y Paco, hija de Icíar y Paquín, sobrina de Antón y amiga de Isabel y de Rogelio).
jueves, 07 de abril de 2011 a las 19:22
|
|
TENEIS TODA LA RAZON
Yo si que conocí a S. Martín como lo describís, y que razón tenéis, no se si lo vivisteis o si os lo contaron, tengo ido muchas veces desde S. Salvador por Iñaga y Suqueiro, acoyer xatos con mi padre y más vecinos el día 14, para los que sepan de lo que tou falando porque xa tou chen de ser forastero na mia terra, y pouco menos que fato pa os listos que chegan ahora da ciuda por falar como falabamos siempre nel Valledor. Que razón tedes, aquelas cantinas cheas de xente, el ferreiro trabayando, el comercio de Modesta con a meyor roupa que había, Angelito dando a parola na casa de Paco, D. Manuel (el presbítero) tomando a sua xarrada de viño de Rubido na casa de Paco, os nenos tomabamos orange crus unde Benjamin, cierto politiquillo dosque ahora tan en moda, dando voltas po los camios sin nada que faer con as suas varvas sin afeitar naquel tempo, Marica das pesetas calzando a Sabino pa todo el año, eran outros tempos y ahora acordandome, y nun me queda mas que chorar, porque xa nun ten amaño. Contai comigo pa empuxar.
miércoles, 06 de abril de 2011 a las 23:27
|
|
HASTA SIEMPRE ISABEL
Se nos va la gente que tanto nos podía enseñar, con ellos se va una forma de vida, una tradición, una cultura, que perdemos día a día y que no recuperaremos jamás, solo nos quedan los recuerdos.
Los que conocimos a Isabel y a su hermano Rogelio, no nos queda mas que llorar su perdida, porque eran gente tan humilde, tan noble y tan hospitalaria, y sobre todo tan llena de la sabiduría que les dio la vida que les toco vivir. Siempre alegres, dicharacheros, transmitían ganas de vivir!
Guardo buenos recuerdos de infancia en San Martín, sobre todo en Casa de Isabel y en Casa de Amparo y ahora la sensación que recorre mi cuerpo al ir es extraña, mezcla de nostalgia y pena e impotencia, es un pueblo vacío, solo queda su valor material, pero el paisanaje tan increíble que lo poblaba se ha ido poco a poco, todos prematuramente por desgracia (Isabel, Rogelio, Anton, Angelito, Pepe, Amparo y Paco,...etc.)
Hasta siempre Isabel.
viernes, 11 de marzo de 2011 a las 17:56
|
|
Que soledad!!!!!!
Estoy de acuerdo contigo Manolo, se acabó San Martín, con la falta de Isabel se cierra un capítulo de la historia de este pueblo, que tristeza, que nostalgia, para los que conocimos a todas esas personas que ya no están, nada volverá a ser como antes, pero ojala que se pueda escribir un nuevo capitulo, con nuevas vidas.
Cuanta falta nos va a hacer Isabel!!!
lunes, 31 de enero de 2011 a las 20:38
|