UXUE. INFORME DETALLADO DE LO QUE SE DEBE CONOCER DE ESTA VILLA MEDIEVAL
 .Santuario de Santa María. Uno de los más importantes lugares de culto mariano del antiguo reino de Navarra, desarrollado a partir del siglo XIV, con la casa de Evreux. Sobre una iglesia prerománica se construyó otra románica (de 1076 a finales del siglo XIII) patrocinada por el rey Sancho Ramírez. Carlos II levantó después la amplia nave gótica. El monarca rodeó la iglesia de pasos de ronda, torres almenadas y pórticos, dotándola de un impresionante aspecto de fortaleza. Las obras, concluidas hacia 1376, continuaron con edificios anexos como el refectorio, el dormitorio de los canónigos y la Universidad. En la fábrica gótica trabajaron canteros dirigidos por Juan García que más tarde lo hicieron en el palacio de Olite. En una hornacina lateral del ábside se conserva en un cofre de madera, el corazón de Carlos II, con pinturas del siglo XIV. En el crucero hay una sillería rococó con relieves de temas marianos.
.La imagen de la Virgen y el Niño constituye uno de los más hermosos ejemplos de la imaginería románica de Navarra. Fechada hacia 1190, responde al modelo iconográfico de la Virgen sedes sapientiae . Está tallada en madera forrada en plata (excepto la cabeza y las manos); porta escudos y medallones esmaltados, obsequiados por Carlos II en la segunda mitad del siglo XIV. La aureola y la corona son de moderna factura.
.Cruz del Saludo. Crucero gótico del siglo XV que se encuentra en la confluencia de los caminos de San Martín de Unx y Pitillas.
.Ermita de San Miguel. Protogótica del siglo XIII, restan los muros, la portada románica y la espadaña.
.Ermita de la Blanca. La tradición dice haber sido el primitivo emplazamiento del pueblo. En 1946, se encontarron y estudiaron en su entorno vestigios romanos y dos famosas aras dedicadas a Júpiter y Lacubegis. En Lacubegis o Lakubegis se advierte raíz euskérica. En el ara se encontró (ambas conservadas en el Museo de Navarra) una cabeza de toro, lo que ha dado lugar a interprestaciones de tipo genesíaco. Merece la pena reseñar que Lakubeli es un topónimo de Ujué.
La ermita bien cuidada, con portada de arco abocinado, alberga una imagen de alabastro en cuyo pie se lee Abeaga.
.Romería a Ujué. El domingo después de San Marcos (25 de abril), romeros de Tafalla y otros pueblos de la merindad de Olite, protagonizan la romería al santuario de Nuestra Señora de Ujué. Túnicas negras, cruces adornadas con flores silvestres, cadenas; cantos ancestrales y ritos como el intercambio de varas entre los alcaldes de Ujué y Tafalla o las capas pluviales de sus párrocos, protagonizan una jornada entrañable. Después de comer, el canto de la Salve anuncia el retorno de los romeros a sus localidades de origen.
.Las fiestas patronales se celebran en septiembre.
.Día de las migas, se celebra el tercer domingo de septiembre.
.En ujué se pueden adquirir almendras garrapiñadas, pan cabezon, miel, buenos vinos, pastas variadas y extraordinarias carnes de cordero y cabrito.
jueves, 25 de octubre de 2007 a las 10:54
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VIRGEN DE UJUÉ PATRONA DE LA RIBERA DE NAVARRA EN LA BASÍLICA DE UXUE.
 Desde el ábside principal preside la parroquia de Santa María de Ujue la venerada imagen de la Virgen de Ujúe, patrona de la Ribera de Navarra y célebre por la gran devoción que se le profesa en el antiguo reino. Es ésta una imagen singular por su propia categoría artística, contándose entre las más importantes tallas del románico navarro. Se trata de una imagen de madera chapeada en plata salvo las cabezas y las manos, que puede datarse a finales del siglo XII, siendo muy posiblemente contemporánea de las obras románicas de las naves desaparecidas y la gran torre. De acuerdo con la típica composición frontal y hierática del románico, María como «sedes sapientiae» aparece sentada sobre escabel con los brazos abiertos, teniendo en el centro de sus rodillas la figura también sedente del Niño Jesús, que bendice con la mano derecha y porta el libro de los Evangelios en la izquierda.
María viste una complicada indumentaria a base de larga túnica de terminación ondulante sobre los puntiagudos calzados y manto que se recoge encima de las rodillas describiendo una caída delantera levemente diagonal; un velo cubre su cabeza, cayendo igualmente sobre los hombros y espalda. Vestiduras semejantes lleva el Niño con túnica que deja ver sus pies descalzos y manto cruzado sobre el hombro izquierdo mientras que el derecho queda al descubierto, colgando sobre las rodillas en una diagonal opuesta a la de la Virgen. Estas vestiduras se resuelven en unos rígidos y esquemáticos pliegues de aspecto geométrico, imponiéndose los verticales, con los que contrastan los circulares de las mangas de la Virgen y los cruzados que se originan en torno a las rodillas. Pero lo más llamativo de la imagen es su bellísimo rostro de geometrizados rasgos, con sus grandes ojos almendrados de penetrante mirada y una pequeña boca de finos labios, levemente girado hacia la izquierda, detalle que rebaja fuertemente su frontalidad. Ello permite que, en contraste con el hieratismo y solemnidad que predominan en la representación, la imagen ofrezca una blandura y poesía de especial encanto en su rostro. Esta expresión «dulce y grata», sin la menor sequedad ni dureza, en palabras de Iñiguez, hace de su anónimo autor un artista de categoría, justificando también la especial devoción que despierta en todo tipo de gentes. Esta piadosa veneración fue objeto de transformaciones de la imagen original, ya desde antiguo Carlos II la enriqueció con el chapeado de plata, añadiéndole además escudos esmaltados y medallones en bajorrelieve distribuidos a los dos lados del trono y por la peana. Los escudos tienen las flores de lis alternando con las cadenas de Navarra propias de la casa de Evreux y los medallones representan a la Virgen sedente con el Niño rodeada de la inscripción «sigillum Beatae Mariae de Rocamador» y en otro a Cristo Salvador sedente bendiciendo en el interior de una mandorla almendrada. La aureola que rodea a la imagen es moderna e igualmente la corona que copia la del Cristo de Monjardín.
miércoles, 24 de octubre de 2007 a las 22:56
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UJUE.DESCRIPCIÓN DE LA PORTADA SUR DEL TEMPLO MARIANO.
 Al exterior, la parroquia de Santa María de Ujue se convierte en una imponente fábrica de sillería, formada por construcciones diferentes que rodean y enmascaran como un cascarón las estructuras del templo propiamente dicho, de cuya nave sólo emergen los tejados. Torres almenadas, pasos y robustos contrafuertes le proporcionan un aspecto más de fortaleza militar que de santuario de peregrinación. Es éste el rasgo más peculiar de esta iglesia. Dicha configuración obedece a las obras emprendidas por Carlos II en la segunda mitad del siglo XIV, quedando embebidas las construcciones románicas dentro de ellas, incluso sus propios exteriores.
Abierta al segundo tramo de su nave por el lado de la Epístola se localiza la portada Sur, una de las más ricas portadas del gótico navarro, que ha sido comparada con la «Puerta Preciosa» del claustro catedralicio de Pamplona, aunque es obra de un maestro de gusto no tan refinado. No obstante, lo que no puede negarse es que esta portada como el resto de la escultura que ornamenta el interior y exterior dc la nave gótica encajan dentro de la escuela del claustro pamplonés. Típica obra de un gótico avanzado de la segunda mitad del siglo XIV, tiene esquema apuntado y abocina en diez arquivoltas muy molduradas de carácter eminentemente lineal. La arquivolta exterior se distingue por su decoración de flores rizadas, descargando en ménsulas que a su vez se enriquecen con relieves figurados. En una de ellas aparece un guerrero con cota introduciendo su espada en la boca de un dragón mientras pisotea a otro monstruo muerto. En la otra ménsula figura un encapuchado armado de espada y escudo matando a un león alado. Posiblemente, ambas ménsulas aluden a la lucha de la virtud contra el vicio. El resto de las arquivoltas de la portada apoyan en baquetones que repiten su sección y aspecto lineal, elevadas sobre basas poligonales con curiosas molduras serpenteantes. Dichos apoyos presentan capiteles corridos de exquisita hojarasca y algunas escenas figuradas.
La portada está presidida por un tímpano enmarcado por la típica hojarasca rizada. Su superficie se divide en dos registros de amplitud desigual, reservándose el menor a una representación de la Santa Cena presidida por la figura de Cristo. El registro superior alberga la Epifanía, compuesta por dos grupos de figuras. A la derecha, la Virgen sentada en un trono muestra al Niño Jesús a los Reyes Magos; el ángulo inferior lo ocupa la figura de un orante. A la izquierda figuran los tres Magos. La escena causa gran efecto por la escala grande de sus figuras y su hermosa composición.
miércoles, 24 de octubre de 2007 a las 22:48
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UJUÉ-UXUE, UNA FORTALEZA IRREPETIBLE.
Situado a 53 km. de Pamplona y a 20 km. de Tafálla, y siguiendo el camino de hasta San Martín de Unx y tomando allí una tortuosa carretera de 8 kilómetros, nos encontramos con un enclave medieval espectacular, por lo recóndito y lo bien conservado, quizá porque solo el que va a Ujué puede disfrutar de su paz y sus espectaculares vistas. Ujué pertenece a la Merindad de Olíte, partido judicial de Tafalla, por lo tanto nos encontramos en la Zona Media de Navarra.
Sus orígenes son confusos, desconociéndose la fecha exacta de su fundación. Ya antes de la dominación romana existían núcleos de población vascona diseminados por la sierra, como lo atestiguan recientes descubrimientos arqueológicos.
La romanización fue intensa en el piedemonte y en las inmediaciones de la ermita de Santa María la Blanca se han encontrado dos aras dedicadas a Júpiter y a la divinidad indígena de Lecubegi. Parece que el actual núcleo de población arranca a finales del siglo VIII o principios del IX, cuando Íñigo Arista erigió el primitivo castillo-fortaleza, como una avanzadilla de su reino contra el Islam que se extendía por la Ribera. Así, uno de los primeros relatos sobre Ujué proviene de Al-Himyarí, quien habla de los castillos fortificados que formaban el sistema de defensa del Reino de Pamplona. En su crónica escribe: "Otra localidad, de nombre Santa María, es la primera de las fortalezas que forma parte del sistema defensivo de Pamplona. Es la que está edificada con más solidez y ocupa la posición más elevada".
Durante los siglos IX y X aparece con el nombre de Santa María y como fortaleza fronteriza de montaña. En los siglos IX y X y XI cuando se recogen los topónimos de Ussue y ya en el siguiente se la denomina "Santa María de Uxua". La fortaleza, y el poblado surgido a su entorno, se constituye en villa hacia el año 1076. Desde dicho año Ujué estuvo bajo los auspicios de Sancho Ramírez, el primer rey de Navarra y Aragón, quién fundó la iglesia de Santa María, según un documento de donación fechado en el año 1089 y se amplían las dependencias del castillo. Así mismo, el rey le concede fueros, por los que se estipula que "fuera villa realenga y sus vecinos libres e ingenuos, sin que pudieran ser enajenados en señorío". Alfonso el Batallador conquista los reinos de Tudela y Zaragoza treinta años más tarde y, ante la falta de acoso musulmana, Ujué entra en decadencia y muchos de sus vecinos emigran hacia la llanura.
La entronización en Navarra los reyes de la Casa de Évreux hace que Ujué vuelva a recuperar su importancia, pues los reyes Carlos II"el Malo" y su hijo Carlos III "el Noble" manifestaron su predilección por el santuario de Ujué.
El primero, mandó erigir la iglesia gótica. También pensó en dotar a Ujué de una universidad o Estudio General, iniciándose las obras que se abandonarían años mas tarde por falta de recursos económicos. Mandó hacer el revestimiento de plata de la imagen de la Virgen. Pese a que este rey pasó a la historia con el sobrenombre de "el Malo", amó Ujué y a su Virgen, a la que donó su corazón, conservado en la actualidad en una arqueta en la cabecera de la iglesia. Su hijo, "el Noble" organizó frecuentes peregrinaciones al Santuario de Ujué, desde su corte de Olite. Esta costumbre la mantuvo su hija, la reina Blanca de Navarra, quien al morir, ordena en su testamento ser enterrada en la iglesia de Ujué. Esta disposición testamentaria no se cumplió, probablemente por las guerras civiles que por aquellos años ensangrentaban el Reino de Navarra, y Doña Blanca quedó enterrada en Santa María de Nieva, donde falleció. Doña Leonor, hermana de doña Blanca, interviene para frenar la decadencia de Ujué, tras su segregación de Pitillas. Organiza varias peregrinaciones al Santuario y libera de impuestos a todos los vecinos de la villa. En 1482 se inicia un nuevo resurgir de Ujué.
Tras la conquista de Navarra por parte de la Corona de Castilla se produce un aumento de la población de Ujué. Cisneros dio la orden de derribo de la fortaleza, orden que no se cumplió y la iglesia, con sus dos torres almenadas y su cinturón defensivo, permanecieron y se conservan en la actualidad tal y como estaban antes de la conquista.
El Santuario de Ujué fue atendido durante siglos por clérigos de la Orden de San Agustín .Cuando pasó a manos de clérigos seculares. Se mantuvo la costumbre de llamar a sus párrocos Priores, por justo título concedido por el Papa Pío V. El priorato de Ujué, sin embargo, siempre fue polémico. En 1570, el rey Felipe II concede a la catedral de Barbastro los prioratos de Larraga, Funes y Ujué, provocando las protestas de los ujuetarras. Años después, Felipe IV reconduce la situación y decreta los derechos de los solicitantes. En 1711 se quiso dejar sin efecto el privilegio de doña Leonor, intentando obligar a la Villa de Ujué a pagar sus antiguas pechas al estar en bancarrota la Hacienda Real, tras la guerra de Sucesión. Dado que los habitantes de Ujué habían tomado partido por Felipe V éste dicta una real cédula firmada en el Buen Retiro y fechada en 20 de noviembre de 1712 "ordenando al Tribunal de la Cámara de Comptos el sobreseimiento de los embargos a la villa de Uxue".
Ujué sigue creciendo en población y riqueza, de tal manera que aparece citado en el censo de las Cortes de Navarra de 1818 entre las villas más prósperas. El crecimiento continúa durante las dos primeras décadas de la pasada centuria alcanzando los 1500 habitantes en el año 1929. Hoy, en la actualidad justamente sobrepasa los 200 habitantes.
Los restos son espectaculares, pero de pequeña dimensión y se pueden visitar en una hora. Lo más importante es la iglesia de Santa María ( XII al XIV), de hermosas galerías y portadas, un bello Paseo de Ronda y el interior de la iglesia, con una gran nave gótica y cabecera románica. Tras una rejería gótica se guarda uno de los ejemplos más interesantes de la imaginería románica Navarra, una bellísima talla de la Virgen fechada hacia 1190 y forrada de plata en el XIV. A su lado descansa el corazón de Carlos II, rey navarro de la casa de Evreux , quien levantó la nave gótica y rodeó la iglesia de pasos de ronda y torres almenadas, de las que sólo se conservan dos: la de los Cuatro Vientos y la de los Picos. Alrededor de esta iglesia-fortaleza, se desparrama el casco urbano, ejemplo excepcional de núcleo de origen medieval.
El fin de fiesta es degustar la famosas migas de pastor en uno de sus restaurantes. Hechas al amor de la lumbre, son inigualables. Se hacen con el llamado pan cabezón y acompañadas de huevos resultan un majar que por si solo justifica la excursión. Luego costillas y una buena cuajada completan un menú casi perfecto.
miércoles, 24 de octubre de 2007 a las 22:42
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BREVE DESCRIPTIVA GEOGRÁFICA-ARTISTICA DE UXUE.
 Ujué se alza dominando la sierra que lleva su nombre, frontera natural entre la montaña y la ribera, inmejorable mirador desde lo Pirineos hasta el Moncayo. Su origen se remonta a tiempos medievales, según la leyenda, momento en que se erige la basílica, cuna de la villa, sobre la gruta donde se le aparece la Virgen en forma de paloma a un pastor. Permanece durante los siglos posteriores con el nombre de Santa María y como fortaleza fronteriza de montaña. Esta preciosa villa guarda el sabor medieval de su origen en sus calles, en su estructura y en sus casas, Está dominada por la basílica de Santa María desde donde descienden calles empredadas y laberínticas como caminos de lava. Esta iglesia románica se edificó sobre otra prerrománica, de la que sólo se construyó la triple cabecera. Más tarde Carlos II levantó la amplia nave gótica y rodeó la iglesia de pasos de ronda y torres almenadas (de las que sólo se conservan dos: la de los Cuatro Vientos y la de Los Picos) que dan un aspecto más de fortaleza. Dentro de él, y esto ya no es leyenda, está guardado el corazón de un rey, Carlos II El Malo que, tanta devoción profesaba a esta Virgen, que quiso que su corazón descansara en la basílica para siempre. Esta basílica es uno de los principales lugares de culto de Navarra.
domingo, 21 de octubre de 2007 a las 16:44
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